miércoles, 14 de mayo de 2014

Él

     No entiendo por qué te infravaloras tanto.
Me quedé perpleja, y congelé el tiempo mirándole directamente a las pupilas. Esperaba que se explicara. Pareció adivinar lo que pensaba, así que continuó hablando.
     Eres… Eres frágil, pero a la vez eres la persona más fuerte que conozco. Eres como el vidrio. Hizo una pausa con los brazos en jarra y miró hacia el techo blanco, como si en él estuvieran escritas las palabras que iba a decir — Eres frágil, como el cristal, pero a la vez eres fuerte. Y cuando te rompen, eres capaz de reconstruirte sin que nadie pueda notar la diferencia.
Me imaginé el proceso de reciclado de una botella de vidrio de color verde. Me había gustado escuchar esas palabras. Me arrojé a él y hundí mi cara en su pecho.

     ¡Qué haría yo sin ti!


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